[fragmento de novela]
El futuro es un espacio imposible.
La utilidad de los recuerdos la vino a entender muy tarde en la vida. Veía las fotos viejas. ‘Pero no sólo las fotos albergan recuerdos’. Allí estaba la maquinilla, el recuerdo de ese sonido en las noches, la luz a través de la cortina que cubría imparcialmente los vitrales de lirios diseñados en las ventanas.
Quería darle volumen al personaje. Decía que era una manera de densidad. Sólo en lo denso nos acercamos a una posible verdad y esa era su filosofía de escritura. «Sólo ahí ostentamos el recuerdo.» Igual que los pájaros, los libros nos recuerdan los lugares en los cuales hemos estado mucho más que el lugar mismo. Así guardaban los pájaros la memoria de lo leído. ¿Qué lees?- siempre me preguntaba cada vez que nos veíamos. Le interesaban esas cosas, los pájaros estaban ahí como una fuente incesante de la memoria.
Siempre pensé que esa memoria estaría adentro de sus ojos amarillos como un vórtice. Como una flor giratoria, como la machina de aquella noche en la cual no había un padre, yo me lo imaginaba así, recibiéndome, con los brazos abiertos, y con la dulce nube de algodón y la manzana glaceada, con el brillo fulgurante sobre el rojo más espeso de todos los rojos.
¿Te has quedado alguna vez embelesado con los colores de una imagen en la textura del aire? Eso precisamente es una flor.