En una promesa está la palabra
perdida,
nunca se trata de ignorar la nube
suspendida en una copa de cristal.
La sutileza está en reconocer
el laberinto de humo
tendido entre los techos.
A dos aguas el río suena
y la lluvia apalabra lo innombrable.
Lo innombrable es ese gato de sombra
que no es hoja,
ni árbol
ni lenguaje.
Como si de un trazo se pudiese
evaporar el mundo.
Es lo inefable de las cosas,
su arquitectura de aire,
tenías razón en aquello que dijiste.
Pero eso se fue volando como un
caballo salvaje imaginado por
Magritte.
Él hubiese pintado que esa figuración
no era un caballo
y yo le hubiese creído a la ensoñación
del lienzo.
Siluetas se elevan
trazos de contornos
Un objeto es la reminiscencia de un
nombre
y ese nombre es un puente de espejo
que se quiebra
cuando el último pájaro alza vuelo
sobre la marea insondable
donde la apología del silencio
hace estallar cuartos vacíos.
Muy bueno
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Gracias por leer!
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